lunes, 31 de diciembre de 2018

Nochevieja - Año Nuevo

Hoy termina un año, mañana estrenamos año nuevo. Como siempre, los días se suceden, como también lo hacen las estaciones del año, la vida va pasando, el paso del tiempo es inexorable, por ello hemos de vivir cada instante del presente, no olvidando lo que hemos pasado y esperanzados en el futuro.
No voy a caer en lo que creo que es una falacia, desear que seas plenamente feliz. Con buena intención, muchos, estos días expresan su deseo de felicidad para todos y en cualquier circunstancia, eso es un pensamiento mágico, una utopia, un imposible…
La felicidad no es algo que te llega de pronto, por mucho que los que te quieren te la deseen. Se da la paradoja de que pretender ser feliz siempre y a cualquier precio, podría provocar infelicidad. Puede ser muy frustrante pretender ser feliz a toda costa, caiga quien caiga y ante cualquier circunstancia. La felicidad no es algo que se consigue evitando o negando las experiencias desagradables y dolorosas.
La evitación excesiva de las emociones negativas puede favorecer que te conviertas en un hedonista patológico con escasa tolerancia a la frustración.
Aprende a ser una persona resiliente; las personas resilientes son como juncos al viento: se doblan pero no se rompen; la resiliencia es la virtud que nos permite enfrentarnos a situaciones críticas y adversas, superarlas y salir airosos y fortalecidos, en vez de debilitados o frustrados. Esta habilidad puede ser innata o adquirida, si crees que no eres resiliente, entrénate, se puede.
Yo te deseo que procures ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir… La felicidad nace de tu interior, no la busques fuera. Si esperas que las cosas o las personas te hagan feliz, nunca lo serás, es algo que solo tú puedes conseguir.
Añadiría: sé positivo, pero no caigas en la trampa de la psicología positiva, en ocasiones el pensamiento positivo tiene algo de cruel, a las personas en dificultades se les dice que “todo está en su cabeza”, que un cambio de actitud es suficiente para resolver los problemas.
Casi todos queremos ser felices, de ahí el éxito del pensamiento positivo, la felicidad es una aspiración humana casi universal, pero no podemos obviar que en el mundo existen problemas reales que no se solucionarán únicamente con una actitud positiva, sino con una intervención real sobre el problema; en la vida no todo son risas y alegrías, también tenemos derecho a la tristeza, a quejarnos, a ser gruñones, y a exigir soluciones reales a los problemas.
Emociónate, ponte metas, agradece, acepta lo que no puedes controlar, aléjate de las personas tóxicas y victimistas, sé humilde para reconocer que hay batallas imposibles de ganar. 
Siempre estamos a tiempo de cambiar y como dijo San Francisco de Asís:
 “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible.”

jueves, 29 de noviembre de 2018

Mi tarta de manzana

Hoy se me ha ocurrido escribir una receta dulce, con la que siempre he triunfado.
Si tienes 3 manzanas y dispones de media hora, puedes hacer la tarta de manzana que voy a explicar.
Además de las manzanas necesitarás otros ingredientes que normalmente todos tenemos en casa y claro, también hay que tener ganas.
Los ingredientes son:
las tres manzanas ya dichas,
3 huevos
¼ de litro de leche
50 g. de mantequilla
50 g. de harina
150 g. de azúcar
10 g. de impulsor (más conocido como levadura Royal)
Y para caramelizar el molde:
            75 g. de azúcar y un poco de agua.
El molde debe de ser alto para que no se salga la masa al hornear.
Empezaremos por caramelizar el molde en el microondas y mientras vamos preparando y pesando los ingredientes.
Pelamos las manzanas y las cortamos en gajos finos.
Batimos los huevos, añadimos el azúcar, la mantequilla en pomada, la leche, la harina con la levadura (tamizada mejor).
El molde ya estará caramelizado y frío, disponemos la manzana sobre el caramelo y vertemos la mezcla que hemos obtenido batiendo todos los demás ingredientes.
Se introduce en el microondas a máxima potencia durante 15 minutos y ya está.
Al sacar la tarta del horno, se deja enfriar unos 10 minutos y se desmolda. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
La tarta está terminada, siempre sale buena, no falla, está para chuparse los dedos.
Todos los que la han probado han quedado encantados y  un buen amigo, como halago, me dijo que no creía que yo la había hecho, parecía de pastelería. 

lunes, 5 de noviembre de 2018

Weekly calendar - Calendario semanal

En ocasiones al despertar por la mañana, Lucia, de pie cogida a la barandilla de la cuna preguntaba: Mamá ¿hoy ya es mañana?.
Esta frase, que nunca olvidaré, da idea de lo complejo que es el  concepto de temporalidad en los niños pequeños.
El desarrollo de las nociones espaciales y temporales es un proceso muy complejo y lento. La adquisición y evolución de la percepción del tiempo en la infancia es muy interesante pero no es el propósito de este post.
Solo quiero añadir que el primer componente de la percepción temporal es el orden (mañana, tarde y noche, o lunes, martes, miércoles….; antes, durante, después etc.) El segundo componente es la duración (un día, media hora, un mes….)
Los niños de 3 años viven en presente, no comprenden conceptos como ahora, después, mañana, son conceptos demasiado abstractos.
Pero se les puede ayudar. 
La tarea de los padres (y en este caso de la abuela), para acercarles de forma sencilla al concepto de temporalidad, puede facilitarse con algunas herramientas. 
A los niños hay que ayudarles a comprender el paso de los días cuando a los 3 años empiezan a tener algo de sentido del tiempo.
Una de estas herramientas es el calendario semanal o Weekly calendar.
El calendario semanal permite realizar la planificación y el seguimiento de las actividades que el niño realiza durante una semana, le ayuda a saber cuando tiene que hacer las cosas y el tiempo del que dispone.
Y convencida como estoy, de que es una herramienta muy útil, me puse manos a la obra.
Con madera, que he pintado y barnizado, cartulina plastificada y velcro adhesivo, he hecho un Weekly calendar para Daniel.

En las fotos podéis ver el resultado. Ahora tengo que hacer un paquete para mandarlo a Inglaterra.
Creo que me ha quedado muy chulo.


miércoles, 20 de junio de 2018

Ser feliz es posible

 
Hace tres años que mis publicaciones en el blog son menos frecuentes, este año solo he publicado dos entradas. No sé muy bien la razón, me ocurre desde que estoy jubilada; en teoría tengo más tiempo pero en la práctica no. Una de las “actividades” que influyen en la falta de mantenimiento del blog es mi participación en Facebook. Pero no creo que eso os pueda interesar.
Hoy voy a atreverme a escribir sobre algo muy importante: como vivir mejor.
En Noviembre del año 2007 hice un curso que ofrecía la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud dentro del Plan de Formación Continua: “Coaching para el desarrollo de habilidades emocionales”.
He de confesar que cuando solicité el curso no sabía a que me había apuntado. Coaching ¿qué era eso?, el Coaching no estaba de moda, ahora hasta los gatos son coach.
No sabiendo de que se trataba, fui osada ya que el curso era presencial y de 40 horas (por supuesto fuera del horario laboral). Pero mi osadía y esfuerzo fueron ampliamente recompensados. El curso lo impartía una persona extraordinaria, Cristina Martínez Brotons. Después siguieron unos cuantos cursos más con ella, todos estupendos. Sus enseñanzas me han servido para ser más feliz.
 
Ahora vuelvo a ser osada pretendiendo escribir este post para ayudar, a que los que han llegado hasta aquí, a vivir mejor, a ser más felices; va especialmente dedicada a un amigo que me sigue y tengo la impresión de que no disfruta tanto de la vida como yo, él tiene motivos y meritos para ser muy feliz.
Con mis escasos conocimientos de psicología, voy a tratar de simplificar el tema. Espero que los profesionales en la materia sean indulgentes conmigo.
Hay tres aspectos psicológicos fundamentales: el pensamiento, el sentimiento y la conducta. Los tres están íntimamente relacionados.
Y el conocimiento de esta interrelación es clave para conseguir una forma de vivir mejor. Quisiera aclarar, que para mí, vivir mejor no es tener mucho dinero ni vivir rodeada de lujos y sin preocupaciones; ya sabéis a que me refiero.
En “Ideas y creencias”, Ortega distingue dos tipos de pensamientos: las ideas y las creencias. Las ideas son los pensamientos que se nos ocurren acerca de la realidad, las consideramos como obras nuestras, como el resultado de nuestro pensar.
Normalmente no llegamos a ellas como consecuencia de la actividad intelectual; los pensamientos que tenemos están determinados por nuestras creencias, las cuales se construyen a lo largo de nuestra vida y están basadas en las experiencias, los valores, la cultura, y las tradiciones.
Los pensamientos son los que nos producen emociones.
La emoción es una reacción subjetiva al ambiente, que se puede acompañar de cambios orgánicos. Las emociones básicas son: miedo, sorpresa, aversión, ira, tristeza y alegría.
Nuestras emociones pueden ser determinantes a la hora de estimular la producción en nuestro organismo de ciertas sustancias que pueden influir en nuestra salud.
Cuando las personas cambiamos nuestro modo de pensar acerca de las cosas, del mundo o de nosotros mismos, sentimos de modo diferente y esto nos conduce a actuar de forma distinta, a comportamos de diferente modo. Los pensamientos negativos nos llevan a desarrollar estados de ánimo disfuncionales: problemas de autoestima, fobias, depresión, obsesiones etc.
Es un hecho constatado que la realidad es la misma para todos, pero no todos la interpretamos de la misma manera; las cosas del mundo nos afectan según el modo en que pensamos sobre ellas, no nos afectan por lo que son sino por el modo en que las vemos o las interpretamos (ya lo dijo Ramón de Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira….)
Si llegas a un lugar y varios desconocidos que te miran fijamente, según la interpretación que hagas de este hecho, es decir según lo que pienses, reaccionaras a nivel emocional y conductual de una forma u otra; por ejemplo: si piensas que los demás te están evaluando positivamente te sentirás mejor que si crees que te valoran negativamente y en función de cómo te sientas, actuarás.
 Las personas con trastornos emocionales tienen una visión negativa de sí mismos, del mundo y del futuro.
Por todo ello es de extraordinaria importancia que sepamos reconocer nuestros pensamientos negativos, los que son exagerados, ilógicos, distorsionados y poco realistas. Y además de reconocerlos hemos de saber filtrarlos o racionalizarlos.
No puedo enumerar aquí los pensamientos irracionales más importantes, citaré solo algunos: el pensamiento polarizado, la personalización, las falacias, etiquetado, adivinación de intenciones, magnificación y minimización.  Buscando en Google, como casi siempre, podéis conocer más cosas de las distorsiones cognitivas, es muy interesante conocerlas para identificarlas y así poder filtrarlas.
Una vez identificado un pensamiento irracional debemos aplicarle tres filtros:
-          el primero el de la evidencia (para ello podemos hacernos alguna de estas preguntas: ¿Es totalmente cierto este pensamiento? ¿En qué pruebas me baso? ¿Es un hecho probado científicamente?)
-          el segundo es la gravedad (hemos de hacer preguntas para evaluar la magnitud de las consecuencias, en caso de que el pensamiento fuera cierto. ¿Serían tan terribles las consecuencias? ¿Qué ocurriría si...? ¿Podría encontrarme bien aún cuando esto sea así? ¿Hay otras personas a quienes les haya ocurrido y cómo lo han vivido?)
-          y por último el filtro de la utilidad, yo es el que aplico con más frecuencia y eficacia (las preguntas que nos tenemos que hacer intentan evaluar los efectos de pensar de esa manera. ¿Qué consecuencias tiene para mí pensar así? ¿Me ayuda a solucionar mis problemas?  ¿Me hace sentirme bien?)
Este filtrado es simplemente el esbozo de una técnica y pensar que con esto tan básico se puede salir de situaciones complicadas y de emociones muy negativas es ingenuo. Se requiere un gran trabajo personal y la ayuda de un terapeuta en muchas ocasiones.
Pero si con lo que has leído, has sido capaz de conocer el origen de tu malestar, si has puesto en tela de juicio algunas de las creencias que te angustian, y has podido pensar que te puedes sentir mejor, significará que ya estás en el camino de aprender a cambiar la manera de enfocar tu vida y ser más feliz, este era mi propósito al escribir el post.

Resumiendo, el pensamiento crea la emoción y la emoción influye en la conducta.

domingo, 4 de marzo de 2018

Mi quiche

El 13 de diciembre de 2011, Victoria, en el blog que por entonces empezaba: Casquería de tercera,  publicó una receta de Quiche Lorraine y yo al día siguiente le escribí un comentario en el que dije que tenía una receta de quiche aún más sencilla que la suya, una quiche sin necesidad de hacer o tener masa comprada.
Tengo desde entonces pendiente el escribir sobre mi receta y hoy por fin me he decidido.
Los ingredientes se encuentran casi en todas las casas sin tener que salir a comprar, se hace rápidamente y siempre sale buena.
Ingredientes:
3 huevos
80 g de harina
1 cucharada de aceite de oliva
¼ de l de leche
8 g de levadura en polvo (o sea, medio sobre de levadura Royal)
1 barquilla de 200 g de bacón a trocitos
200 g de queso mozzarella rallado
Sal, pimienta y mantequilla para untar el molde.
Precalentamos el horno a 180 ºC y mientras el horno alcanza la temperatura deseada, batimos los huevos, se añade sal y pimienta al gusto, la cucharada de aceite, la leche; después a la mezcla liquida se agrega la harina, la levadura, el bacon y el queso. Yo utilizo una varilla de batir, no hace falta batidora eléctrica.
Se vierte la mezcla en el molde y se mete en el horno. En 30 minutos, la quiche está lista. Dejamos enfriar un momento antes de desmoldar y a comer, templada o fría.
Se puede hacer sustituyendo el bacon por otros ingredientes, de hecho hago más veces la versión vegetariana, unas veces con espinacas, o con puerros, o champiñones, cebolla, espárragos, lo que se os ocurra (en todos estos casos conviene antes rehogar las verduras;  también se puede hacer en versión dulce, con fruta, eliminando la sal y la pimienta, añadiendo si se quiere un poco de azúcar; la de manzana rallada, está buenísima).
Y así de sencilla es esta quiche sin masa, cuesta más escribir la receta que hacerla.
No hace falta ser ni experto ni atrevido para hacer un plato tan bueno y que nos puede sacar de más de un apuro. 

jueves, 22 de febrero de 2018

Dr. Forges

Mi pequeño homenaje a un humorista genial. 
No voy a ponerme a escribir sobre Forges, se ha escrito casi todo. Me voy a limitar a mostrar algunas de sus viñetas que tuve enmarcadas y colgadas en mi despacho de Jefe de Servicio de un hospital de la sanidad pública a la que tan bien retrató.