El Etna domina el paisaje oriental de Sicilia, alzándose
inquietante a más de 3.329
metros , es uno de los volcanes más activos del mundo y
está casi en constante erupción.
La montaña es inmensa, majestuosa, gigante, una mole de
fuego y fumarolas que periódicamente brama y hace estremecer cielo y tierra.
Este volcán tiene el honor de haber sido glosado, entre
otros, por Homero, Platón o Virgilio.
Etna era una ninfa siciliana, que ayudó al pueblo de Sicilia
a quedarse con la isla; además la resguardó de la guerra ya que el volcán era
un lugar sagrado donde Hefesto en su fragua, fabricaba las armas de los dioses
del Olimpo, donde construía los rayos de Zeus. Etna se convirtió en la deidad
del volcán.
La mitología griega dice que Typhon, un monstruo con 100
cabezas de dragón, fue sepultado bajo el monte Etna por Zeus después de que
intentara rebelarse contra él, y desde entonces ha estado escupiendo sus
furiosas llamas.
Según Homero en La Odisea, la montaña albergaba al
gigantesco monstruo de un solo ojo, el cíclope Polifemo.
Virgilio, en la Eneida, describe una de las erupciónes del
volcán, terrible en su ímpetu, extraordinaria en su manifestación:
Il porto, vasto,
dall'impeto dei venti immoto giace,
ma con rovine
spaventose al cielo
lancia tuonando l'Etna e fumo e pece,
globi di fiamme alzando e di faville
che sfiorano le stelle; e a volte i massi,
divelti dalle viscere dei monti,
scaglia eruttando, e liquefatti assi
volge nell'aria con fragor di tuono,
tutti scotendo i più profondi abissi.
Sus vecinos dicen que es “il vulcano buono”. Catania tiene
una estrecha relación con el volcán, que rige y controla a la ciudad como un
padre que vigila a su hija y que, cuando se enoja, deja brotar de las
profundidades su furia, pero siempre le advierte con tiempo suficiente para poder enfrentarse
a la situación. Los menos, consideran al Etna como un enemigo para la ciudad y
sus habitantes.
Pero creo que los sicilianos se sienten orgullosos del Etna,
que fue reconocido en 2013 como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Puede ser un volcán aterrador cuando desata el poder de la
naturaleza, pero ofrece paisajes de una belleza inconmensurable.
Por todo ello era un lugar que no podía dejar de visitar cuando fui a
Sicilia.
Sus laderas parecen un ambiente hostil para la vida, por
ello mi sorpresa fue mayúscula y muy agradable, no había leído nada, quede
impresionada por la presencia constante y abundante de mariquitas que aparecían
como diminutos guijarros rojos entre el gris de la lava.
La mariquita es un insecto que desde niña me ha
encantado, tanto por su belleza como por ser muy beneficioso para el
campo, donde juega un importante papel en la lucha contra las plagas de áfidos
(pulgones). En el Etna hay dos especies de mariquitas, la "Cocinella
septempunctata" y la "Adalia bipunctata". La mariquita es capaz
de soportar bajas temperaturas y puede moverse con habilidad en este ambiente
adverso.
Llegan hasta cotas muy altas, entre 1.800 y 2.800 metros ,
transportadas por cálidas corrientes ascendentes y obedeciendo a un instinto
aún poco conocido; realizan su vuelo migratorio hacia las faldas del Etna donde
pasan varios meses en un estado de diapausa, a salvo de sus depredadores
(arañas, pájaros y roedores). Al comienzo de la primavera siguiente, cuando la
población de áfidos se ha recuperado en los campos de frutales, las mariquitas
emergen gradualmente de sus escondites y migran hacia ellos.
Si visitas el Etna, mira donde pisas, disfruta del paisaje
verdaderamente único que te ofrece este inmenso volcán y admira la maravilla que
supone la presencia de las mariquitas en este lugar desierto e inhóspito, pero fascinante.
2 comentarios:
El favicon de la URL del blog es una mariquita, ¿os habíais fijado?
Precioso.
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