Hoy, ya en pleno otoño, voy
a escribir sobre los libros que he leído este verano, un post que de alguna
forma, le debo a Reyes.
He esperado hasta ahora,
porque terminé el último libro, de los 10 leídos, en el tren entre Alicante y
Valencia, cuando volví de Inglaterra hace una semana. Era el fin del viaje que
empezó en Hiscott en un taxi y siguió en avión desde Bristol a Alicante.
Empecé a leer al final de
agosto, antes estuve dedicada a disfrutar de mi nieto que había venido a Canet
a pasar unos días en casa de los abuelos.
El primer libro fue Caída y auge de Reginald Perrin, de
David Nobbs, escrito en 1975. Es un clásico de la comedia británica, en la que
el protagonista, Reginald Perrin, decide simular su suicidio para desaparecer y
así librarse de su ambiente laboral y familiar; la vida que lleva no le hace
feliz, no sabe lo difícil que puede resultar llevar a cabo su plan.
Es muy divertida y eso me
animó a leer El regreso de Reginald
Perrin, la secuela del anterior, que escribió Nobbs en 1977. Como en la
anterior, queda patente la ironía y el humor inglés, pero además permite una
reflexión profunda sobre muchos temas que son de actualidad. Ambos
recomendables.
Después leí El Castillo de Lesley Este libro es la
recopilación de diez relatos satíricos de Jane Austen cuando era adolescente.
Tal vez son obras de una Jane demasiado joven, los escribió para entretener a
su familia y me ha desilusionado un poco, esperaba más.
A continuación y sin saber
que iba a encontrarme, leí El despertar
de la señorita Prim de Natalia Sanmartín. Es su primera novela, la publicó
en 2013 y me ha sorprendido tanto como me ha cautivado. Una joven profesional llega
a un pequeño pueblo de Francia, contratada como bibliotecaria de un enigmático
caballero. En este pueblo sus habitantes han decidido vivir como se vivía
antes, anhelan el regreso al sentido común y, por lo tanto, a las raíces
cristianas de nuestra civilización. Prudencia Prim busca la belleza y el
sentido de la vida en las pequeñas cosas. Ante este descubrimiento, investigué en
la Internet quién era esta autora y es una joven periodista especializada en
economía; sin duda una mujer muy inteligente, tendré que estar atenta cuando
publique una segunda novela. Muy recomendable.
Durante la lectura resalté
varias frases, la señorita Prim está hablando con “el hombre del sillón” y
dice: “ no hace demasiado tiempo, solía
pensar que tenía una sensibilidad propia de otro siglo, estaba convencida de
que había nacido en el momento equivocado y de que por eso me molestaba tanto
la vulgaridad, la fealdad, la falta de delicadeza.” En otro momento dice: “- Antes lo enseñaban en los colegios. Claro
que entonces los colegios aún eran un lugar donde los niños aprendían cosas.
Hoy en día son fábricas de indisciplina, criaderos de monstruos ignorantes y
maleducados.”
En otro capítulo, una de las
habitantes del pueblo le dice a Prudencia: “La
tradición no tiene edad, niña, es la modernidad lo que envejece.”
Pero no voy a transcribir
más citas, esto se alargaría demasiado.
Seguí con otra autora española,
que se esconde bajo el pseudónimo de Laura Norton. Sus 2 libros publicados
pertenecen al género Chick-lit y aunque no es un género que me guste, me
sorprendió el lanzamiento de su segunda novela cuando visité la feria del libro
en abril: Gente que viene y bah,
estaba en todas las casetas. Entonces decidí “empezar por el principio” y por
ello este verano incluí la primera de sus novelas entre mis lecturas; se trata
de No culpes al karma de lo que te pasa
por gilipollas. Las dos novelas han arrasado en el mercado literario y de la
primera ya han hecho una película. Entretenida, disparatada y poco más puedo
decir, bueno, que no tengo interés en ir al cine a ver la adaptación cinematográfica,
por algo será.
Decidí dejar a los autores,
en este caso, a las autoras españolas y puse entre mis manos El jardín a la luz de la luna, de
Corina Bomann. De esta misma autora ya había leído La isla de las mariposas que me gustó mucho. Ambas obras pertenecen
al género Landscape, palabra que en
español se traduce por paisaje y que se refiere a las novelas que cuentan
historias de época, románticas y en escenarios exóticos. En esta ocasión se
trata de la historia de un violín que nos transporta a Padang, una ciudad de
Indonesia en la isla de Sumatra. Me ha gustado tanto o más que la primera obra
de Corina, me ha intrigado, he viajado con la imaginación y me he deleitado con
cada uno de sus detalles. La recomiendo.
Luego escogí la última obra
de Donna Leon: Las aguas de la eterna
juventud, un nuevo caso para el comisario Brunetti. No me ha defraudado,
todas las novelas del Donna Leon, con Brunetti como protagonista, me han
gustado mucho, tanto como la maravillosa Venecia escenario de todas ellas.
En el capítulo primero, en
la descripción de los personajes que están sentados a una mesa se puede leer: “ ….y por último, un periodista alemán que
llevaba años en la ciudad y había adquirido tal punto de cinismo que ya casi
era italiano”, me ha hecho gracia la frase.
La siguiente lectura fue Cubridle
el rostro de P. D. James. La primera novela
publicada en 1962 por Phyllis Dorothy James, más conocida como P.D.
James, que es considerada una de las damas inglesas de la novela negra, junto a
Agatha Christie, Patricia Highsmith y Ruth Rendell. En una casa señorial de la
campiña inglesa, es asesinada la joven Sally Jupp que trabaja en ella como
criada, el superintendente Adam Dalgliesh, poeta y detective de Scotland Yard,
se hace cargo de la investigación. Interesante.
Y de esta misma autora, he
leído la última novela que escribió en 2011, La muerte llega a Pemberley.
Es un fanfic de Orgullo y Prejuicio.
Seis
años después de la boda de Darcy y Elizabeth, en la víspera de un gran baile
que anualmente se celebra en Pemberley, sucederá un crimen en las inmediaciones
de la mansión. No os cuento nada más, me ha gustado muchísimo; si os gustan los
misterios y sois seguidores de Jane Austen os la recomiendo. Me ha impresionado
pensar que P.D. James tenía 91 años cuando escribió la novela, su última obra,
ya que murió 3 años después.
Y la última obra que he leído,
la que terminé en el tren, es un libro de relatos de Jeffrey Archer: En pocas palabras, quince relatos que ponen de manifiesto el ingenio y
la elegancia de Archer, un tipo muy interesante, político, novelista,
dramaturgo, escritor de literatura infantil, que llego a ser con sólo 29 años
el miembro más joven de la Cámara de los Comunes, en 1992 fue nombrado lord y ha
llegado a estar encarcelado por perjurio ¿os parece un tipo interesante o no?.
He disfrutado con todos los relatos algunos me han parecido demasiado cortos,
me han gustado. También os lo recomiendo.
Y por último os dejo una frase del relato decimocuarto, la pronuncia un inglés hablando del patrimonio que se cede al National Trust: "Los franceses nunca han entendido que, para eliminar la aristocracia, los impuestos de herencia son mucho más eficaces que la revolución"
Y por último os dejo una frase del relato decimocuarto, la pronuncia un inglés hablando del patrimonio que se cede al National Trust: "Los franceses nunca han entendido que, para eliminar la aristocracia, los impuestos de herencia son mucho más eficaces que la revolución"
3 comentarios:
¡Menuda actividad lectora, Lales! Es un trabajo hacer estas reseñas, lo que agradecemos los demás lectores. Un abrazo muy fuerte.
Gracias Isabel, siempre tan amable en tus comentarios. Disfruto leyendo; en el jardín, tumbada en la hamaca paso ratos maravillosos, es uno de los lujos que me permito en verano.
Excelentes reseñas, un buen ejemplo a seguir por libreros y bibliotecarios.
Publicar un comentario