miércoles, 11 de septiembre de 2013

Samuel Plimsoll, un hombre extraordinario


La historia de Samuel Plimsoll es un claro ejemplo de cómo el altruismo y el valor de determinados hombres pueden hacer del mundo un lugar mejor donde vivir.
 
Mr. Plimsoll nació el 10 de febrero de 1824 en Bristol, hijo de un funcionario de aduanas, al quedar huérfano a los 15 años se hizo cargo del mantenimiento de su madre y de sus cinco hermanos menores. Tras recibir un legado se dedicó al negocio de trasporte de carbón, no siempre con éxito. Se casó en Ecclesfield el 1 de octubre de 1857 con Eliza Ann Railton, que siempre le animó en su batalla legal, social, y política por la justicia y la protección de los hombres del mar.
Sus conocimientos en el sector del carbón le hicieron consciente de los peligros a los que se enfrentaban los marineros de los buques de carga. Se mostró especialmente preocupado por la negligencia de algunos armadores y la indiferencia del gobierno por el tema de la seguridad marítima.
Los dueños de las embarcaciones, para conseguir mayores ganancias, llevaban sus buques cargados casi hasta la línea de cubierta, y en muchos casos zarpaban sólo para irse a pique en el mar (ya que muchas naves estaban podridas e inservibles), algo que no preocupaba a los armadores, ya que recuperaban sus pérdidas a través de los seguros.
 
Cada año, cientos de hombres de mar perdían sus vidas en barcos que iban peligrosamente sobrecargados. Su sentido de la justicia social lo llevó a presentarse al parlamento y se convirtió en diputado por Derby en 1868 hasta 1880. Plimsoll se unió al Partido Liberal y desde el primer momento comenzó a hacer campaña para que la legislación del gobierno protegiera a los marinos.

En 1873 publicó el libro "Nuestros Marinos” (Our Seamen), que provocó una gran conmoción por la manera en que expuso las condiciones bajo las que se desarrollaba el trabajo de los marineros, detallando que cada año morían ahogados en las costas británicas más de 1000 hombres por estas causas.
Con la publicación de su libro y sus encendidos discursos en la Cámara de los Comunes cautivó al público por la manera en que expuso las condiciones bajo las que se desarrollaba el comercio naviero.
Pronto se ganó el apoyo de la gente y al mismo tiempo  la férrea resistencia de los armadores y de la Cámara de los Comunes, Los armadores tenían amigos y poderosos aliados en la Cámara y se argumentó que el gobierno no debería aprobar una ley que restringiera la libertad de los empresarios para dirigir sus empresas. Finalmente logró poner en jaque al gobierno británico y consiguió que se tomaran medidas para la seguridad del comercio en el mar.
Abogó por una nueva ley que limitara  la cantidad de carga que un buque podía llevar y para que esto se hiciera visible a todos,  inventó una línea de carga máxima que debía de ir pintada lo largo de la línea de flotación en el costado de los barcos.
 © THE BRITISH LIBRARY BOARD.
Tras grandes esfuerzos logró que en 1876 fuera enmendada la Ley de la Marina Mercante, obligando a que los barcos llevaran pintada la línea de carga máxima. Posteriormente, en 1877 consiguió una nueva modificación que impuso un límite en el peso de la carga que a los buques se les permitía llevar y se crearon normas que regulan la contratación de marinos, su alojamiento a bordo y las condiciones de trabajo.
Con el tiempo, esta línea de carga se convirtió en la norma internacional. La OMI (Organización Marítima Internacional) estableció los Convenios Internacionales obligatorios sobre Líneas de Carga de 1930 y 1966.
Hoy, en cada puerto del mundo se ven los resultados de la obra de Plimsoll, que lo llevaron a que se le llamara «el Amigo del Marinero».
Además de su incansable trabajo por la seguridad de los marineros, también se preocupó por la seguridad en las minas.
Murió en Folkestone en 1898 y está enterrado en la iglesia de San Martín, (Cheriton, Kent) tal vez porque es el único cementerio local con vistas al mar. Todos los barcos en el puerto de Folkestone izaron sus banderas a media asta. Los marineros de los barcos anclados en el puerto llegaron a la casa de Plimsoll en Augusta Gardens, quitaron a los caballos del coche fúnebre y portaron ellos mismos el ataúd hasta la tumba.

En el casco de todo barco mercante se ve el disco de Plimsoll o marca de francobordo, indicando la máxima profundidad en la que un buque puede cargarse de manera segura y legal.
El disco de Plimsoll está formada por un anillo de 300 milímetros (12 pulgadas) de diámetro exterior y 25 milímetros (1 pulgada) de ancho, cortado por una línea horizontal de 450 milímetros de longitud y 25 milímetros de ancho, cuyo borde superior pasa por el centro del anillo. El centro del anillo debe colocarse en el centro del buque y a una distancia igual al francobordo mínimo de verano asignado, y medida verticalmente por debajo del borde superior de la línea de cubierta. A su lado aparece el peine de límites al francobordo, un “peine” de líneas con unas letras a su lado que significan las diferentes marcas de francobordo que un barco posee considerando la época del año y las aguas por las que navega:
TF = Tropical Fresh, agua dulce en zona tropical.
F =Fresh, agua dulce en otras zonas.
T = Tropical salt, agua de mar de zona tropical.
S = Summer, agua de mar en verano
W = Winter, agua de mar en invierno.
WNA = Winter North Atlantic, invierno en el Atlántico Norte.

 También Mr. Plimsoll es recordado por el nombre de unas zapatillas.
Un zapato plimsoll o plimsole, es un tipo de calzado deportivo con una parte superior de lona y suela de caucho desarrollado como calzado de playa en la década de 1830 por la Rubber Company de Liverpool.
A las zapatillas de lona en la década de 1870 se les apodó con el nombre de Plimsoll debido a que la línea que forma al lado de la zapatilla la suela de goma al unirse a la lona, parecía una línea plimsoll, y si te metías  en un charco y el agua llegaba por encima de la unión, los pies se mojan.


Al ver el logotipo del metro de Londres no he podido dejar de pensar que tal vez tenga algo que ver con el disco Plimsoll, puede ser que cuando lo crearon pensaron en esta maravillosa invención de un inglés fuera de serie.
 
Nicolette Jones, en 2006 escribió  “The Plimsoll sensation. The great campaign to save lives at sea”, una muy bien documentada biografía de Samuel Plimsoll, un hombre al que los marineros, los mineros y los bebedores de cerveza por igual tienen buenas razones para estarle agradecidos.

He leído mucho para escribir el post y todo no lo puedo contar; el  conocimiento de la vida de Samuel Plimsoll y sus hechos ha hecho que este personaje me haya cautivado, tengo verdaderas ganas de que traduzcan la obra de Jones para leerla.
* retrato y dibujo de Samuel Plimsoll
** recorte de editorial del "Sheffield Daily Telegraph" el 23 Abril de 1870.
*** el disco plimsoll en el costado de un barco.
**** zapatillas de lona
***** entrada del metro de Londres en Regent street

4 comentarios:

Anónimo dijo...


Me encanta la denominación 'hombre de mar'.
Qué bueno lo de los zapatos. Pequeños barcos. Estábamos y estamos avisados y ni lo sabíamos, jaja.
Se me ocurre pensar que en el logotipo de Londres, se inspiraron en el disco de Plimsoll para representar a través de la mitad inferior, la parte de bajo tierra, a la que acceden los ciudadanos a tomar el metro. La parte superior, a donde los pasajeros salen tras viajar en metro.

Marina

Anónimo dijo...


Me encanta la denominación 'hombre de mar'.
Qué bueno lo de las zapatillas. Pequeños barcos. Estábamos y estamos avisados y nosotros sin darnos cuenta, jaja.
Quizá... el que se inspiró en el disco de Plimsoll para crear el logotipo del metro de Londres, lo utilizó para representar que la mitad inferior simboliza la parte subterránea a la que acceden los ciudadanos para tomar el metro. La mitad superior simbolizaría la parte exterior a la que salen los pasajeros tras su viaje en metro.

Por pensar...

Un beso

Marina

Lales dijo...

No entinedo porque no se han hecho visibles los dos comentarios, el de Marina y el de José Luis. Tendré que investigar. Yo si que he podido leerlos en el email que se me remite a Gmail cada vez que se comenta algo en el blog.

MONIK dijo...

Excelente trabajo que realizó Samuel plimsoll, sin duda un gran investigador y un gran ser humano que pensó siempre en el bienestar de los demás