No podían imaginar Step y Gin las consecuencias que iba a tener
el simple acto de colocar un candado en el romano puente Milvio para sellar su
amor. Nunca lo pudieron imaginar porque ellos nunca existieron, son el producto
de la imaginación de Federico Moccia, son dos de los protagonistas de su libro
Tengo ganas de ti.
No creo que Moccia, al
escribir este pasaje, llegara a sospechar la extensión y trascendencia de
esta acción, un simple rito romántico en el que una pareja sella su amor cerrando
un candado en una de las estructuras de un puente y arroja la llave al rio como símbolo y
deseo de que este sentimiento sea eterno.
Desde 2006, el fenómeno de los candados del amor se ha extendido y ha traspasado fronteras. En algunos puentes ha llegado a ser de tal magnitud que han tenido que tomarse medidas, se
ha tenido que reforzar la estructura de algunos puentes, en otros se ha prohibido su colocación. Prácticamente no hay
ciudad europea atravesada por un rio que no tenga un puente con candados.
Hasta Cuenca ha llegado la fiebre de los candados. Allí fue
donde yo descubrí esta moda, en el puente de San Pablo, que dicho sea de paso, debe
de ser visita obligada para el que va a Cuenca, no por los candados por supuesto.
Pasear el puente que une el casco antiguo de la ciudad con el convento de San
Pablo, salvando la hoz del rio Huécar, permite disfrutar de las mejores vistas
de esta bella ciudad.
El fenómeno social de los candados del amor llego también a Internet. Si no puedes reprimir las ganas de colocar un candado y donde vives no hay puente donde colocarlo, temes que tu candado sea retirado del puente, o simplemente porque sí, puedes recurrir a colocar un candado virtual. Hay páginas Web creadas para colgar candados virtuales; en la Red hay mucha información sobre esta tendencia.
Pasaran los años y con ellos esta moda, lo interesante sería llegar a conocer cuál fue la clave para que una idea publicada en un libro haya tenido tanta repercusión y así poder aplicarla cuando a alguien se le ocurra una idea interesante.
* Candados en el puente de San Pablo.
** El puente de San Pablo y las Casas Colgadas al fondo.
*** Capturas de pantalla de 2 Webs que permiten poner candados virtuales. No las aconsejo, a no ser que seas un friki del amor.
El fenómeno social de los candados del amor llego también a Internet. Si no puedes reprimir las ganas de colocar un candado y donde vives no hay puente donde colocarlo, temes que tu candado sea retirado del puente, o simplemente porque sí, puedes recurrir a colocar un candado virtual. Hay páginas Web creadas para colgar candados virtuales; en la Red hay mucha información sobre esta tendencia.
Pasaran los años y con ellos esta moda, lo interesante sería llegar a conocer cuál fue la clave para que una idea publicada en un libro haya tenido tanta repercusión y así poder aplicarla cuando a alguien se le ocurra una idea interesante.
* Candados en el puente de San Pablo.
** El puente de San Pablo y las Casas Colgadas al fondo.
*** Capturas de pantalla de 2 Webs que permiten poner candados virtuales. No las aconsejo, a no ser que seas un friki del amor.
1 comentario:
Bueno, lales, no tenía ni idea de que el "inventor" de los candados fuera Moccia. Ya ves, y nos creíamos que los jóvenes no leían nada. Besazos, guapa.
Publicar un comentario