La historia de Samuel Plimsoll es un claro ejemplo de cómo el altruismo y el valor de determinados hombres pueden hacer del mundo un lugar mejor donde vivir.
Mr.
Plimsoll nació el 10 de febrero de 1824 en Bristol, hijo de un funcionario de
aduanas, al quedar huérfano a los 15 años se hizo cargo del mantenimiento de su
madre y de sus cinco hermanos menores. Tras recibir un legado se dedicó al
negocio de trasporte de carbón, no siempre con éxito. Se casó en Ecclesfield el
1 de octubre de 1857 con Eliza Ann Railton, que siempre le animó en su batalla legal, social, y
política por la justicia y la protección de los hombres
del mar.
Sus
conocimientos en el sector del carbón le hicieron consciente de los peligros a
los que se enfrentaban los marineros de los buques de carga. Se mostró
especialmente preocupado por la negligencia de algunos armadores y la
indiferencia del gobierno por el tema de la seguridad marítima.
Los
dueños de las embarcaciones, para conseguir mayores ganancias, llevaban sus
buques cargados casi hasta la línea de cubierta, y en muchos casos zarpaban
sólo para irse a pique en el mar (ya que muchas naves estaban podridas e inservibles),
algo que no preocupaba a los armadores, ya que recuperaban sus pérdidas a
través de los seguros.
Cada
año, cientos de hombres de mar perdían sus vidas en barcos que iban
peligrosamente sobrecargados. Su sentido de la justicia social lo llevó a presentarse al parlamento y se convirtió en diputado por Derby en 1868 hasta
1880. Plimsoll se unió al Partido Liberal y desde el primer momento
comenzó a hacer campaña para que la legislación del gobierno protegiera a los
marinos.
En 1873 publicó
el libro "Nuestros Marinos” (Our
Seamen), que provocó una gran conmoción por la manera en que expuso las
condiciones bajo las que se desarrollaba el trabajo de los marineros,
detallando que cada año morían ahogados en las costas británicas más de 1000
hombres por estas causas.
Con la
publicación de su libro y sus encendidos discursos en la Cámara de los Comunes cautivó
al público por la manera en que expuso las condiciones bajo las que se
desarrollaba el comercio naviero.
Pronto se ganó
el apoyo de la gente y al mismo tiempo
la férrea resistencia de los armadores y de la Cámara de los Comunes,
Los armadores tenían amigos y poderosos aliados en la Cámara y se argumentó que
el gobierno no debería aprobar una ley que restringiera la libertad de los
empresarios para dirigir sus empresas. Finalmente logró poner en jaque al
gobierno británico y consiguió que se tomaran medidas para la seguridad del
comercio en el mar.
Abogó
por una nueva ley que limitara la
cantidad de carga que un buque podía llevar y para que esto se hiciera visible
a todos, inventó una línea de carga
máxima que debía de ir pintada lo largo de la línea de flotación en el costado
de los barcos.
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© THE BRITISH LIBRARY
BOARD. |
Tras
grandes esfuerzos logró que en 1876 fuera enmendada la Ley de la Marina Mercante,
obligando a que los barcos llevaran pintada la línea de carga máxima.
Posteriormente, en 1877 consiguió una nueva modificación que impuso un límite
en el peso de la carga que a los buques se les permitía llevar y se crearon
normas que regulan la contratación de marinos, su alojamiento a bordo y las
condiciones de trabajo.
Con
el tiempo, esta línea de carga se convirtió en la norma internacional. La OMI (Organización
Marítima Internacional) estableció los Convenios Internacionales obligatorios
sobre Líneas de Carga de 1930 y 1966.
Hoy,
en cada puerto del mundo se ven los resultados de la obra de Plimsoll, que lo llevaron
a que se le llamara «el Amigo del Marinero».
Además
de su incansable trabajo por la seguridad de los marineros, también se preocupó
por la seguridad en las minas.
Murió
en Folkestone en 1898 y está enterrado en la iglesia de San Martín, (Cheriton,
Kent) tal vez porque es el único cementerio local con vistas al mar. Todos los
barcos en el puerto de Folkestone izaron sus banderas a media asta. Los
marineros de los barcos anclados en el puerto llegaron a la casa de Plimsoll en
Augusta Gardens, quitaron a los caballos del coche fúnebre y portaron ellos
mismos el ataúd hasta la tumba.
En el casco de
todo barco mercante se ve el disco de Plimsoll o marca de francobordo,
indicando la máxima profundidad en la que un buque puede cargarse de manera
segura y legal.
El disco de Plimsoll está
formada por un anillo de 300
milímetros (12 pulgadas) de diámetro exterior y 25 milímetros (1 pulgada) de ancho,
cortado por una línea horizontal de 450 milímetros de
longitud y 25
milímetros de ancho, cuyo borde superior pasa por el
centro del anillo. El centro del anillo debe colocarse en el centro del buque y
a una distancia igual al francobordo mínimo de verano asignado, y medida
verticalmente por debajo del borde superior de la línea de cubierta. A su lado
aparece el peine de límites al francobordo, un “peine” de líneas con unas
letras a su lado que significan las diferentes marcas de francobordo que un
barco posee considerando la época del año y las aguas por las que navega:
TF = Tropical Fresh, agua dulce en zona tropical.
F =Fresh, agua dulce en otras zonas.
T = Tropical salt, agua de mar de zona tropical.
S = Summer, agua de mar en verano
W = Winter, agua de mar en invierno.
WNA = Winter North Atlantic, invierno en el Atlántico Norte.
También Mr. Plimsoll es recordado por el nombre de unas
zapatillas.
Un zapato plimsoll o plimsole, es un tipo de calzado
deportivo con una parte superior de lona y suela de caucho desarrollado como calzado
de playa en la década de 1830 por la Rubber Company de Liverpool.
A las zapatillas de lona en la década de 1870 se les apodó
con el nombre de Plimsoll debido a que la línea que forma al lado de la
zapatilla la suela de goma al unirse a la lona, parecía una línea plimsoll, y
si te metías en un charco y el agua llegaba
por encima de la unión, los pies se mojan.
Al ver el logotipo del metro de Londres no he podido dejar
de pensar que tal vez tenga algo que ver con el disco Plimsoll, puede ser que
cuando lo crearon pensaron en esta maravillosa invención de un inglés fuera de
serie.
Nicolette Jones, en 2006
escribió “The Plimsoll sensation. The great campaign to save lives at
sea”, una muy bien
documentada biografía de Samuel Plimsoll, un hombre al que los marineros, los
mineros y los bebedores de cerveza por igual tienen buenas razones para estarle
agradecidos.
He leído mucho para escribir el post y todo no lo puedo
contar; el conocimiento de la vida de
Samuel Plimsoll y sus hechos ha hecho que este personaje me haya cautivado,
tengo verdaderas ganas de que traduzcan la obra de Jones para leerla.
* retrato y dibujo de Samuel Plimsoll
** recorte de editorial del "Sheffield Daily Telegraph" el 23
Abril de 1870.
*** el disco plimsoll en el costado de un barco.
**** zapatillas de lona
***** entrada del metro de Londres en Regent street