domingo, 22 de septiembre de 2013

Cocinando en el lavavajillas - Cooking in the dishwasher

He pasado el verano sin ver la televisión y sin leer la prensa diaria. Al volver a la ciudad veo que no han cambiado mucho las noticias, la mayoría dan pena. Pero el día 1 de septiembre en el telediario de TVE, una noticia llamó mi atención y por si los lectores del blog no la conocen os la voy a contar: una italiana, de Milán, Lisa Casali, le ha dado al lavavajillas una nueva utilidad: se puede cocinar con el lavavajillas mientras se lavan los platos. El calor uniforme, constante y prolongado de un lavavajillas durante el lavado, nos permite cocinar alimentos  en tarros de cristal o en bolsas herméticas, con un ahorro de energía y tiempo nada despreciable.
En 2011, Lisa, publicó su libro: "Cucinare in lavastoviglie" y ahora se ha editado en España. La idea me pareció interesante, traté de comprar el libro, para regalarlo a Lucía, pero la librería en ese momento no lo tenía, estaban esperando recibirlo. Recurrí a Iberlibro.com (web para comprar libros que os recomiendo) y localicé en Roma una librería que lo tenía en castellano y por menos de 15 €  lo compré y ellos mismos se encargaron de hacérselo llegar a su casa en Barnstaple. (Los gastos de envío estaban incluidos, el libro es nuevo, Iberlibro funciona de maravilla).
 Indagué en Internet y ya he hecho una receta: una especie de compota de manzana que ha salido muy buena, no solo en mi opinión, también en la de todos los que la han probado.
 Os dejo el enlace a un video en el que Lisa explica cómo hacer cous-cous, esto lo probaré otro día.
Pinchad en la imagen y se abrirá el video en otra pestaña.
* el tarro en el lavavajillas y los ingredientes del dulce de manzana, las manzanas ralladas se mezclan con la ralladura del limón, con el zumo del mismo y con canela y azucar. Programa de lavado normal.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Samuel Plimsoll, un hombre extraordinario


La historia de Samuel Plimsoll es un claro ejemplo de cómo el altruismo y el valor de determinados hombres pueden hacer del mundo un lugar mejor donde vivir.
 
Mr. Plimsoll nació el 10 de febrero de 1824 en Bristol, hijo de un funcionario de aduanas, al quedar huérfano a los 15 años se hizo cargo del mantenimiento de su madre y de sus cinco hermanos menores. Tras recibir un legado se dedicó al negocio de trasporte de carbón, no siempre con éxito. Se casó en Ecclesfield el 1 de octubre de 1857 con Eliza Ann Railton, que siempre le animó en su batalla legal, social, y política por la justicia y la protección de los hombres del mar.
Sus conocimientos en el sector del carbón le hicieron consciente de los peligros a los que se enfrentaban los marineros de los buques de carga. Se mostró especialmente preocupado por la negligencia de algunos armadores y la indiferencia del gobierno por el tema de la seguridad marítima.
Los dueños de las embarcaciones, para conseguir mayores ganancias, llevaban sus buques cargados casi hasta la línea de cubierta, y en muchos casos zarpaban sólo para irse a pique en el mar (ya que muchas naves estaban podridas e inservibles), algo que no preocupaba a los armadores, ya que recuperaban sus pérdidas a través de los seguros.
 
Cada año, cientos de hombres de mar perdían sus vidas en barcos que iban peligrosamente sobrecargados. Su sentido de la justicia social lo llevó a presentarse al parlamento y se convirtió en diputado por Derby en 1868 hasta 1880. Plimsoll se unió al Partido Liberal y desde el primer momento comenzó a hacer campaña para que la legislación del gobierno protegiera a los marinos.

En 1873 publicó el libro "Nuestros Marinos” (Our Seamen), que provocó una gran conmoción por la manera en que expuso las condiciones bajo las que se desarrollaba el trabajo de los marineros, detallando que cada año morían ahogados en las costas británicas más de 1000 hombres por estas causas.
Con la publicación de su libro y sus encendidos discursos en la Cámara de los Comunes cautivó al público por la manera en que expuso las condiciones bajo las que se desarrollaba el comercio naviero.
Pronto se ganó el apoyo de la gente y al mismo tiempo  la férrea resistencia de los armadores y de la Cámara de los Comunes, Los armadores tenían amigos y poderosos aliados en la Cámara y se argumentó que el gobierno no debería aprobar una ley que restringiera la libertad de los empresarios para dirigir sus empresas. Finalmente logró poner en jaque al gobierno británico y consiguió que se tomaran medidas para la seguridad del comercio en el mar.
Abogó por una nueva ley que limitara  la cantidad de carga que un buque podía llevar y para que esto se hiciera visible a todos,  inventó una línea de carga máxima que debía de ir pintada lo largo de la línea de flotación en el costado de los barcos.
 © THE BRITISH LIBRARY BOARD.
Tras grandes esfuerzos logró que en 1876 fuera enmendada la Ley de la Marina Mercante, obligando a que los barcos llevaran pintada la línea de carga máxima. Posteriormente, en 1877 consiguió una nueva modificación que impuso un límite en el peso de la carga que a los buques se les permitía llevar y se crearon normas que regulan la contratación de marinos, su alojamiento a bordo y las condiciones de trabajo.
Con el tiempo, esta línea de carga se convirtió en la norma internacional. La OMI (Organización Marítima Internacional) estableció los Convenios Internacionales obligatorios sobre Líneas de Carga de 1930 y 1966.
Hoy, en cada puerto del mundo se ven los resultados de la obra de Plimsoll, que lo llevaron a que se le llamara «el Amigo del Marinero».
Además de su incansable trabajo por la seguridad de los marineros, también se preocupó por la seguridad en las minas.
Murió en Folkestone en 1898 y está enterrado en la iglesia de San Martín, (Cheriton, Kent) tal vez porque es el único cementerio local con vistas al mar. Todos los barcos en el puerto de Folkestone izaron sus banderas a media asta. Los marineros de los barcos anclados en el puerto llegaron a la casa de Plimsoll en Augusta Gardens, quitaron a los caballos del coche fúnebre y portaron ellos mismos el ataúd hasta la tumba.

En el casco de todo barco mercante se ve el disco de Plimsoll o marca de francobordo, indicando la máxima profundidad en la que un buque puede cargarse de manera segura y legal.
El disco de Plimsoll está formada por un anillo de 300 milímetros (12 pulgadas) de diámetro exterior y 25 milímetros (1 pulgada) de ancho, cortado por una línea horizontal de 450 milímetros de longitud y 25 milímetros de ancho, cuyo borde superior pasa por el centro del anillo. El centro del anillo debe colocarse en el centro del buque y a una distancia igual al francobordo mínimo de verano asignado, y medida verticalmente por debajo del borde superior de la línea de cubierta. A su lado aparece el peine de límites al francobordo, un “peine” de líneas con unas letras a su lado que significan las diferentes marcas de francobordo que un barco posee considerando la época del año y las aguas por las que navega:
TF = Tropical Fresh, agua dulce en zona tropical.
F =Fresh, agua dulce en otras zonas.
T = Tropical salt, agua de mar de zona tropical.
S = Summer, agua de mar en verano
W = Winter, agua de mar en invierno.
WNA = Winter North Atlantic, invierno en el Atlántico Norte.

 También Mr. Plimsoll es recordado por el nombre de unas zapatillas.
Un zapato plimsoll o plimsole, es un tipo de calzado deportivo con una parte superior de lona y suela de caucho desarrollado como calzado de playa en la década de 1830 por la Rubber Company de Liverpool.
A las zapatillas de lona en la década de 1870 se les apodó con el nombre de Plimsoll debido a que la línea que forma al lado de la zapatilla la suela de goma al unirse a la lona, parecía una línea plimsoll, y si te metías  en un charco y el agua llegaba por encima de la unión, los pies se mojan.


Al ver el logotipo del metro de Londres no he podido dejar de pensar que tal vez tenga algo que ver con el disco Plimsoll, puede ser que cuando lo crearon pensaron en esta maravillosa invención de un inglés fuera de serie.
 
Nicolette Jones, en 2006 escribió  “The Plimsoll sensation. The great campaign to save lives at sea”, una muy bien documentada biografía de Samuel Plimsoll, un hombre al que los marineros, los mineros y los bebedores de cerveza por igual tienen buenas razones para estarle agradecidos.

He leído mucho para escribir el post y todo no lo puedo contar; el  conocimiento de la vida de Samuel Plimsoll y sus hechos ha hecho que este personaje me haya cautivado, tengo verdaderas ganas de que traduzcan la obra de Jones para leerla.
* retrato y dibujo de Samuel Plimsoll
** recorte de editorial del "Sheffield Daily Telegraph" el 23 Abril de 1870.
*** el disco plimsoll en el costado de un barco.
**** zapatillas de lona
***** entrada del metro de Londres en Regent street

lunes, 9 de septiembre de 2013

Mis lecturas de este verano

Sobre las ventajas e inconvenientes del libro electrónico se ha escrito mucho. Hay defensores y detractores de ambos formatos que invocan una cantidad ingente de argumentos para defender su postura.
A mi me gusta el libro en papel y tengo mis razones pero he de reconocer que los 10 libros que he leído en mis vacaciones de verano han sido electrónicos.
Me gusta el tacto del papel, me gusta utilizar marcapáginas y mirar el progreso de la lectura observando el grosor de las hojas leídas en el corte delantero (1) comparándolo con el grosor total del libro, me podéis decir que puedo mirar el número de la pagina y hacer una resta, pero no es lo mismo, el libro en papel es más cálido y el acto de la lectura parece más intimo.
No puedo dejar de reconocer las ventajas del libro electrónico pero insisto, a mi me gustan en papel.
Voy a contaros una breve y particular opinión de mis lecturas de este verano con el Ipad y tumbada en mi hamaca colgada entre dos árboles del jardín, un verdadero placer.
“Si cerca de tu biblioteca tienes un jardín, lo tienes todo”  
eso dijo Cicerón, yo soy más prosaica y añadiría una pequeña despensa y una fuente.
 
Empecé por
“La felicidad es un te contigo” de Mamen Sánchez (2013)
Novela, sin grandes pretensiones para pasar un rato agradable. La mezcla de amor, intriga y humor la hacen muy entretenida.
Y seguí con
“Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea” de Annabel Pitcher (2011)
Me ha gustado mucho. A través de un niño,  la autora nos ofrece un relato lleno de matices, habla de la familia, de la amistad, del racismo, de las relaciones personales, de la atención a los hijos. He disfrutado de su lectura y me ha hecho pensar. He recordado otra novela que también me cautivo: “El curioso incidente del perro a medianoche” del escritor británico Mark Haddon., en la que también un niño nos cuenta su relato en primera persona.
Tanto me gusto esta obra de Annabel Pitcher que después leí “Nubes de Ketchup” (2013) de la misma autora y no me gusto tanto Es un relato epistolar, unidireccional, original, con un toque de humor negro, entretenido, pero la verdad es que no tiene nada que ver con lo que me esperaba.
Y seguí con los siguientes:
“Las ventajas de ser un marginado” de Stephen Chbosky (2012)
Es un relato extraño, con una trama sencilla, las aventuras y desventuras de un chico adolescente. También es un libro narrado de forma epistolar, Charlie el protagonista, escribe a un amigo imaginario y refleja sus inquietudes, sus sentimientos y hace del personaje un adolescente muy auténtico con un modo muy especial de ver las cosas.
En su boca, el autor pone frases maravillosas que hacen reflexionar. No me puedo resistir a trascribir un párrafo que me llamó la atención: Somos lo que somos por un montón de razones. Quizás nunca conozcamos la mayoría de ellas. Pero, aunque no tengamos el poder de elegir de donde venimos, todavía podemos elegir adónde vamos desde ahí. Todavía podemos hacer cosas. Y podemos intentar sentirnos bien con ellas”.
“Jesús me quiere” de David Safier (2010)
Es una novela con una historia disparatada, absurda, que en ocasiones hace sonreír pero te ha de gustar el humor de Safier.  Para pasar el rato.
 “Suicidio perfecto” de Petros Markaris (2003)
Como siempre, el autor no me defrauda. Los 7 libros que he leído de él, con el comisario Kostas Jaritos como protagonista, me han gustado muchísimo. Los diálogos llenos de ironía, de humor son una crítica social muy adecuada a las actuales circunstancias que vive el pueblo griego.
Para escribir novela negra hay que tener "la mente retorcida", dijo Petros Márkaris en una entrevista que le hicieron este verano en Santander, donde estuvo en un curso en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. De su “mente retorcida” salen relatos divertidos, intrigantes y al mismo tiempo hacen de Jaritos y su familia unos personajes entrañables, cercanos y muy creíbles.
 
“La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joël Dicker (2013)
Un libro de más de 500 páginas (en papel son más de 600) que te cautiva desde la primera a la última. Es una novela policiaca y romántica al mismo tiempo que trata del asesinato de una joven de 15 años. El relato se hace en  tres años diferentes, es intrincado, largo pero al mismo tiempo ameno e interesante, se lee fácilmente y te atrapa hasta el final. Me ha gustado mucho.
 
“La librería ambulante” de Christopher Morley
Éste clásico de la literatura norteamericana que se publicó en 1917 esta escrito desde el amor a los libros y a los libreros. Es un cuento lleno de sensibilidad hacia la naturaleza, la cultura y la humanidad con pinceladas de humor, que se lee en un suspiro.
 
“La reina y yo” de  SueTownsend
Novela de humor de 1992, que cuenta una extraña situación en Gran Bretaña: los republicanos ganan las elecciones y toda la Familia Real se ve obligada a abandonar sus posesiones y tiene que trasladarse a un suburbio de Londres, a unas humildes viviendas de protección oficial, y debe aprender a sobrevivir en un ambiente completamente desconocido para ellos.
 
“Reina Lucia” de  E.F. Benson
Reina Lucía es la primera de una serie de novelas de  E. F Benson, que son uno de los ejemplos más notables de comedia social inglesa de principios del siglo XX. Su humor inteligente, no siempre fácil de comprender recuerda al de algunos cuentos de Oscar Wilde.
Sobre este libro, escrito en 1920, y otros de la serie de Mapp y Lucia se emitió en el Canal 4, una serie de televisión entre 1985 y 1986.
 
 
Como podéis comprobar en literatura, así como en pintura, en música y otras aficiones soy de gustos eclécticos.
Me ha quedado un post algo extenso, un rollo para leer en smartphone, blackberry o iphone, pero si habéis llegado hasta aquí es que os ha entretenido.
* libros en la sala de lectura del Museo Británico.
** Libros y Ipad (aspectos estéticos)
*** libros en Ipad (no es lo mismo)
**** Sala de lectura del British Museum (verano de 2005)
(1) una de las partes del libro son los cortes, el corte superior o de cabeza, el corte inferior o de pie y el corte delantero que es la parte opuesta al lomo.